Como es costumbre de un cronista, camina por la vida para recoger información, experiencias y, recibir buenas y malas noticias. Ayer, casi me dá un patatú. Al pregunta en la FARMACIA KAPLAN (Rojas y Av. Espora-Burzaco) el costo de un producto que receta en mano, pregunté. La receta correspondía a mi médica de cabecera, SILVIA CHODOS Y PETENECE AL PAMI.
Con la espectativa normal, al ingresar a una farmacia, ocurre que, el potencial cliente, es un necesitado del producto, (Remedio se dice?) y, aprieta los dientes pensando que -cueste lo que cueste- lo debe comprar.
Pero, las obras sociales, (El Pami), tiene convenios con las farmacias para realizar descuentos y de esta forma, beneficiar al afiliado. (Jubilados) pero, núnca me hubiera imaginado que, el costo de mi receta, me saldría UN PESO VEINTE.
Ahora le comento como fué el trámite:
-señora, por favor, ¿cuanto cuesta esto...? Y le entregue la receta.
Leyò, me aclaró que la cantidad que alli se recetaba no lo tenían y; me aclaró, -la cantidad, la tienen que poner en letras (Ya saben médicos de cabecera-en letras- veinte, sesenta etc.) luego agregó, -tengo de veinte, las quiere?
Preocupado por el dinero que llevaba, volví a preguntar -¿Cuanto sale?-
-UNO VEINTE-
Me quedó mirando. Esperando la repuesta. Yo, mientras tanto, tambien la miraba, mientras mi mente recorría los vericuetos preguntandome si había escuchado bien, y timidamente, repre gunté -¿UNO VEINTE?-
-SI, TIENE EL CARNET? -(EL DE AFILIADO AL PAMI?)
Mientras se lo entregaba, mi mente ya había hecho la cuenta: 20 por uno, ($1) veinte pesos, más, 20 pastillitas por 0,20 ($0,20), 4pesos, -24 pesos...Feliz, el dinero me alcanzaba y sobraba. Contento por qué, lo podía comprar y me pareció barato. accesible.
Mis cálculos eran 24 pesos. Y se basaba en costear por pastillitas, vio? en la zona se acosumbra a que los kioscos vendan -un cigarrilo- una pastillita de aspirina- y,bueno; ahí estaba mi cuenta, ambientada al medio. Tranquilamente me hubiera ido del lugar con mi compra sactifatoriamente y por haber conseguido un buen precio.
Pero, e aquí que, realmente me cobraron UN PESO CON VEINTE CENTAVOS la cajita de remedio indicado por la médica de cabecera y con una receta del Pami.
Hago esta nota por que, realmente, LA HONESTIDAD NO VIENE EN CAJITA. Es la conducta, la moral del dueño, de los empleados, y, en este caso, UN RAMILLETE DE MUJERES MUY BONITAS Y MUY SIMPÁTICAS, ATENDIERON A MI PEDIDO.
ELLAS; ROMINA, SILVIA Y ROSITA.
Y porque, en otra ocasión, con otro rubro, el de las opticas, después de un largo recorrido, solamente una, cumplía con el convenio con el Pami.
SI LAS PERSONAS QUE ME ATENDIERON HUBIERAN COBRADO LO QUE HUBIERAN COBRADO, IGUALMENTE LES HUBIERA DICHO ¡MUCHAS GRACIAS!
Por que vió diga? Uno está acostumbrado. Y la costumbre es el manto irónico de la vida.